: artesanía
, bailes, chistes, costumbres, cuentos, historias orales, leyendas, música, proverbios,
supersticiones
y
demás, común a una población concreta, incluyendo las tradiciones
de
dicha cultura, subcultura
o grupo social,
además se suele llamar de la misma manera al estudio de estas
materias. Sin embargo hubo muchos desacuerdos referentes a qué
exactamente el “folcklore”
contenía: algunos hablaban solo de cuentos y creencias y otros
incluían también festividades y vida común.
El
término inglés
“folklore”
fue
acuñado el 22
de agosto de
1846
por
el arqueólogo
británico “William John Thomson”,
quien deseaba crear una palabra para denominar lo que entonces se
llamaba antigüedades populares. La definición más ampliamente
aceptada por los investigadores actuales de la especialidad es la
comunicación artística en grupos pequeños, propuesta por el
investigador de la Universidad de Pensilvania
Dan Ben-Amos.
En
1960, la "UNESCO" designó el 22 de agosto de cada año como «Día Mundial del
Folclor» como reconocimiento a “Thomson”.
“Gottfried
Von Herder” se
dedica por primera vez a registrar y preservar deliberadamente el
folclor para documentar el auténtico espíritu, tradición e
identidad del pueblo germano. La creencia de que tal autenticidad
pueda existir es uno de los principios del nacionalismo romántico
que
“Herder”
desarrolló.
Para “Von Herder”, las clases campesinas son al mismo tiempo
depositarias, vehículo y guardianes del «genio popular», que se
modeló mediante el contacto de los hombres con la tierra y el clima
y se transmitió de generación en generación, tanto oralmente como
en las epopeyas, cuentos y leyendas. En una visión universalista,
“Herder” mantuvo que cada pueblo posee su genio único y
singular, que aparece como fundamento por excelencia del renacimiento
cultural que debía permitir reunificar a los pueblos germánicos.
Se practica en países como Panamá, Colombia, etc.El "hecho folclórico" representado en la proyección, sea "genuino auténtico", es decir, fiel espejo de la cultura en que se nutre y conserva y conforme lo ejecuta la comunidad imitada.
Sobre
los incentivos de “Herder”, los hermanos "Grimm”,
se
comprometieron como pioneros con la enorme empresa de recopilar
cuentos orales alemanes, para recuperar el carácter auténtico de
una cultura nacional perdida por las élites. Así, en 1812
publicaron
la primera serie de cuentos tradicionales como “Kinder-
und Hausmärchen” (Historias
infantiles y familiares).
Rápidamente,
la iniciativa de los hermanos “Grimm” fue imitada en toda Europa
(del Este y el Oeste) y en los países escandinavos. A partir del
siglo XIX se emprende la labor de educar al pueblo en su propio
“folclore”, que aparece amenazado de desaparición bajo los
efectos de la modernidad
y
la urbanización. Las campañas de difusión del folclore toman la
forma de verdadera propagand
anacionalista,
procurando esencialmente hacer resaltar la originalidad y
singularidad propias del “folclore” de cada pueblo, permitiendo
distinguirlo de los vecinos y vincularlo a los que, en el contexto de
instauración de las identidades nacionales, se designa como sus
antepasados.
En
primera instancia el “folclore” se limitó a la tradición oral.
Hacia la mitad del siglo XIX se amplía el ámbito del “folclore”,
comenzando los recopiladores a interesarse también por distintas
producciones que emanan de las culturas populares (creencias,
medicina tradicional, trajes, artes, técnicas, etc).
No
fue hasta el siglo
XX
cuando los etnógrafos
empezaron
a intentar registrar el “folclore” sin manifestar metas
políticas.
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